Cómo mis horribles vecinos aprendieron a no enfadar a una anciana de 80 años
En un tranquilo complejo de apartamentos, la señorita Jenkins, de 80 años, dio la vuelta a la tortilla y enseñó a sus molestos vecinos una lección de respeto y dignidad con una ingeniosa y audaz maniobra a medianoche que restableció la paz y transformó la comunidad.